Cada vez que entramos con un niño a un lugar con humo, le estamos obligando a fumar pasivamente, obligándole a respirar el aire contaminado por el humo del tabaco. Así es como convertimos a nuestros hijos en fumadores, aún en contra de su voluntad y con una probabilidad de sufrir graves problemas de salud.
Es importante conocer los efectos del tabaco para evitar, exponer a este peligro a los niños y madres gestantes.
Tras el aumento de enfermedades respiratorias en niños (bronquitis, crisis de asma, etc.), debemos tomar muy en serio la salud de los más pequeños, eligiendo siempre espacios sin humo, especialmente cuando vayamos acompañados con niños o embarazadas. “Por lo que más quieras. Elige espacios sin humo”.
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